domingo, 15 de abril de 2012

Adaptar peanas de otras marcas al estilo GW

Tradicionalmente, las peanas de las miniaturas eran trozos de plástico cuya única función era mantener en pie a la figurita en cuestión. Hace no mucho tiempo, los aficionados empezaron a darse cuenta de que la peana podía decorarse y pasara a formar parte integral de la miniatura: podían ponerse hierbas, ruinas, piedras, alambre de espino... cualquier cosa que ayudase a mejorar el aspecto de la miniatura. Hoy en día, muchas marcas ofrecen auténticas maravillas de peanas que pueden realzar cualquier cosa que se ponga sobre ellas, y creo que todo el mundo está de acuerdo en que una figurilla con la peana sin pintar está incompleta. La cantidad y variedad de peanas que venden hoy en día es sorprendente. En serio, miradlo.

Hace poco cayó en mis manos una miniatura de Typhus (de metal, por cierto - es uno de esos tochos capaz de atravesar blindajes ligeros si se lanza con cierta fuerza). Casi por accidente me encontré con una peana que era perfecta para él:



No me preguntéis la marca o fabricante, porque no tengo ni idea. Me la encontré en la página de Forge China. El caso es que, aunque tiene el tamaño apropiado, tiene un borde curvo que no pega mucho en un campo de batalla de 40K. Decidí, por tanto, cambiar el borde curvado por uno en bisel, como el que tienen todas las peanas de Warhammer. Básicamente, lo que hice fue eliminar el borde redondo (pero conservando lo importante de la peana, que es la decoración y los detalles) y encajar la peana en una de GW, en la que previamente hice un hueco.

Para eliminar el borde redondo de la peana de resina, primero usé unas tenacillas y CON CUIDADO fui eliminando trocitos del borde. Ojo con no comerse algún detalle o, peor, romper la peana con las tenazas. Hay que hacerlo quitando trozos pequeños, poco a poco. Después, limaremos las asperezas hasta dejar el borde más o menos liso. No importa que no sea perfecto, luego retocaremos con masilla. Una foto de ambas peanas, a punto de unirse en sagrado matrimonio. La de resina (derecha) ya tiene todo el borde limado.


Ahora queremos hacer un agujero en la peana de plástico de GW lo bastante grande como para encajar dentro la de resina. Primero hice un círculo de agujeros en la peana, para luego poder quitar fácilmente con un cutter la parte central. Los agujeritos debilitan la peana, y hacen que sea muchísimo más fácil cortarla que si usamos el cuter desde un principio:


Un par de tajos con el cuter y listo. La parte interior la desechamos y nos quedamos con el borde:


Ahora viene el ajuste: tenemos que conseguir que las dos piezas encajen. Como habéis visto, la peana de plástico tiene un agujero en el centro, pero es tan irregular que es imposible meter dentro la pieza de resina. Yo empleé un Dremel con esta cabeza:


Con cuidado vamos repasando el interior del boquete que hemos hecho hasta dejarlo liso. Conviene ir comprobando frecuentemente si la pieza de resina encaja. Si no disponéis de un Dremel o similar podéis hacerlo con una lima o incluso con el cuter si os atrevéis, aunque os llevará más trabajo. Al final tendremos algo así:


¡Encaja! No obstante, seguramente quedarán huecos entre ambas piezas. Podemos taparlas con arena y, una vez pintada la peana, no se notará. Pero yo quería ir un pelín más lejos, así que saqué la masilla verde del cajón.


Hacemos un churro delgadito de masilla verde y vamos colocándola sobre la juntura de ambas piezas:


Listo, el hueco ya está tapado. Como veis, la masilla está sin modelar:


Para integrar totalmente las dos piezas, esculpí la masilla siguiendo las formas y detalles de la resina. En este caso es relativamente fácil, ya que se trata de una peana llena de restos orgánicos que son sencillos de imitar:


Ahora hay que ocuparse de una cosa importante: encajar la miniatura en la peana. He visto figuras muy bien pintadas, pero ancladas pobremente a la peana, de forma que parecen estar medio flotando o a punto de caerse. Ahora intentaremos evitar esto, y además la miniatura quedará perfectamente anclada a la base. Lo primero es decidir dónde queremos poner los pies de la mini. Presentadla sobre la base y decidid dónde os convence más. Esto ya depende de la mini, de la base, de la postura que queramos que tenga, etc. Yo marqué con un rotulador la zona en la qie iban a apoyarse los pies de Typhus:


Ponemos dos grumos de masilla, cada uno bajo uno de los pies de la mini:


Esculpimos los bordes de cada bolita de masilla, intentando de nuevo integrarlas en los detalles de la peana:


Para asegurarnos de que los pies van a encajar a la perfección, ponemos la figura sobre la masilla aún húmeda y apretamos ligeramente. Ojo, humedeced la masilla (igual que si la estuvieseis esculpiendo) para que la mini no se os pegue. Así nos aseguramos de que la peana está perfectamente adaptada a nuestra miniatura:


¡Listo!

Esperamos a que seque y listo:


Una vez pintada, tendremos una peana de resina de gran detalle perfectamente integrada en el resto de peanas de nuestro ejército.


3 comentarios:

  1. Es de Enigma Miniatures, marca de Raul G. Latorre.. Me parece triste que copien su trabajo impunemente, pero en fin.

    Muy buen tutorial, aunque creo que habría quedado la mar de bien igualmente en la peana con reborde ;)

    saludos

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    Respuestas
    1. Pues no tenía ni idea de la autoría de la peana... incluso buscándolo no fui capaz de dar con ello. Manda huevos. A un español lo copian hoy en día en China. Juas!

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  2. Buen tutorial, ahora lo que molaría sería el caso contrario, convertir una peana normal de 25mm redonda en una de 30mm ;)

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