Hoy recupero un artículo que hace tiempo escribí en mi otro blog. Supongo que todos os habéis preguntado alguna vez por qué en pleno milenio 41, la gente sigue llevando espadas y mazas a los campos de batalla... Pues bien, a lo largo de la 1ª Guerra Mundial, hace menos de cien años, los contendientes todavía usaban frecuentemente armas que podríamos llamar "primitivas".
De todas las guerras que han asolado a la humanidad, creo que la Primera Guerra Mundial fue la más aterradora por su deshumanización, la forma en que se industrializó el hecho de masacrar personas. Todas las naciones pusieron las nuevas tecnologías, materiales y sistemas de trabajo al servicio de la guerra, creando un infierno de cuatro años que dejó diez millones de muertos y sabe dios cuántos heridos y mutilados.
Se dice que la 1ª Guerra Mundial fue el primer conflicto mecanizado, industrial y tecnológico. Tal vez la brutalidad del conflicto se entienda mejor si se acude precisamente al extremo apuesto: a las armas y armaduras que se llegaron a usar en algunos lugares del frente y que representan un estremecedor regreso a tiempos antiguos, medievales. Para la psicología del hombre del siglo XX resulta traumático matar a un oponente con las propias manos, sin la defensa mental que supone esa distancia que el rifle o el fusil permite poner entre víctima y verdugo. Por eso es fácil suponer el terror que estas armas causaban en los soldados enemigos, y por qué se alzaron voces contra el uso de tácticas bárbaras como la incursión nocturna a cuchillo, la carga de bayonetas, el brutal asalto cuerpo a cuerpo en la estrechez de las trincheras.
Mazas alemanas fabricadas en las propias trincheras:
Dos "garrotes" hechos a partir de una barra metálica y un poste para plantar alambre de espino:
Las carcasas de las granadas, desmontadas, servían como cabezas de maza:
El objetivo de estas armas brutales era dejar fuera de combate a un enemigo lo antes posible, de un sólo golpe. Los puñales y cuchillos reglamentarios podían herir y matar pero era necesaria cierta habilidad para derribar a un hombre al primer envite. Se buscaban por tanto armas pesadas, intimidatorias, no demasiado grandes para poder blandirlas en las trincheras. En esta imagen aparecen dos soldados austro-húngaros con sus mazas:
Una armadura de trinchera:
Ingleses con corazas:
Los alemanes fabricaron medio millón de corazas de hierro:
Había dos modelos, de 11 y 12 kg. de peso. Constaba de cuatro placas articuladas que podían colgarse de los hombros tanto por delante como por detrás. Resultaban demasiado pesadas para acciones de ataque, por lo que eran usadas por soldados expuestos a fuego ligero y metralla (francotiradores, oteadores, vigías...). Dos soldados alemanes con la armadura a la espalda:
Docenas de armaduras en el campo de batalla:
Las corazas ofrecían cierta protección contra impactos de armas ligeras y podían salvar vidas en determinadas circunstancias. Pero ante el fuego de ametralladoras o fusiles potentes, servían de bien poco:
Un tripulante de tanque con armadura, para protegerse de la metralla, de los impactos que perforaban el delgado blindaje y de los efectos de sus propios disparos:
Una máscara de tripulante de tanque, reforzada con cota de malla:
Un terrible anacronismo: soldados portando escudos de mano al campo de batalla en pleno siglo XX.
Una catapulta portátil para lanzar granadas,en las trincheras francesas:
Otro ingenio francés, una gran ballesta para disparar obuses y granadas:
Prácticamente todos los países contendientes en la Gran Guerra utilizaron en mayor o menos medida artefactos como los aquí mostrados.
Una genialidad de articulo sin lugar a dudas.
ResponderEliminarNo conocia todos los casos empleados y ha sido muy instructivo y revelador.
Me gusta especialmente eso de la defensa mental del fusil. estoy totalmente de acuerdo en ello, el disparo hace extremadamente facil, limpio y mecanico el hecho de matar a otro hombre. Nada que ver con un arma de mano.
Me ha gustado mucho la entrada.
ResponderEliminarYa sabía que usaron garrotes y armas medievales, pero lo demás era totalmente nuevo para mí, aunque no ha sido una sorpresa.
Al fin y al cabo dicen que en la guerra todo vale...
excelente!
ResponderEliminarMe gusta mucho esta entrada
ResponderEliminarMuy buena información. El casco militar, que comenzó a usarse justamente en esta guerra, también se podría considerar como una inspiración de algo usado hace siglos.
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