miércoles, 30 de mayo de 2012

Shaggoth terminado

¡Terminado el Shaggoth! ¡Gracias al cielo! Esta es mi entrada para un concurso local de pintura. La verdad es que el concurso ya ha pasado, ejem... pero se me había olvidado sacarle un par de fotos para el blog. En cualquier caso, helo aquí:





Sobre la miniatura en cuestión: no me seduce demasiado. Sí, cuando la pones en la mesa resulta impresionante y todo eso, pero la verdad es que tiene sus fallos a nivel de escultura y resulta bastante incómoda de pintar. Uno de sus grandes fallos es la sosez del hacha. En fin, ahora ya está acabada y eso es lo que importa.

lunes, 28 de mayo de 2012

Un camión orko en toda regla

Me encontré este vehículo-camión-cosa el otro día por internet y tenía que ponerla aquí. No tengo ni idea de si funciona, si es un montaje o qué coño es eso. Parece algún vehículo adaptado a terreno boscoso o algo así. Como kamión orko no tiene precio, eso sí:

sábado, 26 de mayo de 2012

Proyecto Nurgle: ahora con un 100% más de pintura

Así a lo tonto, voy teniendo unos cuantos marines de Plaga ya pintados. Creo que es hora de presentarlos en sociedad.

2 fusioneros:
2 rifles de plasma:


Primera escuadra, 5 marines + paladín con arma de plasticard energía:



Segunda escuadra, 5 marines + paladín con pistola de plasma y puño de combate:



Tercera escuadra, 5 marines + paladín con arma de energía:




Armas pesadas (parecen mucho más pálidos, pero es debido a que la foto la hice con otra cámara y por lo visto las condiciones de luz debían ser muy diferentes...):


Como podéis ver, faltan todas las peanas por pintar. Pienso acabarlas todas a la vez, en una única sesión maratoniana y orgiástica de pintura de peanas (debo tener unas 40 que pintar). Respecto a los Marines, estoy deseando oir críticas y sugerencias.

viernes, 25 de mayo de 2012

Malántropo terminado

Pues nada, he terminado el Malántropo que me había sido confiado para su pintura. Reitero lo dicho: es una gozada de miniatura, con detalles por todas partes. Lo bueno es que puede pintarse tan simple o compleja como queramos. Podemos pintar cada venita individual o simplemente pintar toda la zona de nuestro color favorito, y quedará igual de bien. En este caso hee limitado la paleta al mínimo de colores, para que no desentonase en el ejército del propietario.



"Hey, nena...":

miércoles, 23 de mayo de 2012

Sobre los nuevos cacharros voladores

Vamos al grano, porque supongo que ya todos habréis visto los nuevos autos locos voladores que sacará GW. Así que voy a pasar directamente a meterme con ellos, que es lo que todos estamos esperando. ¿No habéis detectado ciertos parecidos?




Claro que tal vez sea cosa mía.

martes, 22 de mayo de 2012

Proyecto Nurgle: engendro (II)

Quizás recordéis el engendro del caos nurgloso que estaba haciendo hace un tiempo (podéis verlo aquí). Después de un poco más de trabajo lo doy por terminado y listo para pintar:





Una última foto del bicho imprimado:

lunes, 21 de mayo de 2012

domingo, 20 de mayo de 2012

Orcos, Blood Bowl y Puppetswar ¡Toma ya!

Puppetswar, siempre sorprendente con sus miniaturas y sus piezas alternativas para conversiones, nos ofrece ahora esta maravilla:


Cabezas alternativas para ponerles a nuestros orcos de Blood Bowl. El nivel de detalle es impresionante y el precio está muy bien: 12 cabezas y 2 balones de BB por 8€. Lógicamente no he podido comprobar cómo encajan en las orcos de GW, pero seguramente se acoplen a la perfección. ¿No son las dos de la derecha ideales para blitzers o incluso orcos negros?

Os recomiendo encarecidamente que os paséis por su página web y echéis un vistazo a su catálogo.

sábado, 19 de mayo de 2012

Una historia victoriana

Empiezo con un pequeño ejercicio de imaginación.

Imaginemos al señor Carruthers. El señor Carruthers, inglés de pura cepa, londinense, gentilhombre donde los haya, nació en 1830. Cuarenta años más tarde se ha convertido en un hábil inversor y tiene varios cientos de libras invertidas en la Real Compañía de Telégrafos, una empresa que me acabo de inventar pero podría haber existido. Cuando el señor Carruthers desea comprobar la situación de sus acciones, visita su banco de confianza, el Cheltenham & Gloucester, a dos manzanas de distancia de su casa. Allí, como cada vez, es atendido por el director en persona, su amigo y compañero de estudios el señor Pembrey. Los señores Pembrey y Carruthers charlan amistosamente una media hora, tomando un té si la ocasión lo permite, y consultan juntos los enormes listados de cotización que los agentes de bolsa consiguen a diario. Las acciones del señor Carruthers suben, suben y suben (y lo harán al manos hasta que el teléfono comience a desplazar al telégrafo). Cada vez que visita el Cheltenham & Gloucester, el exquisito trato del señor Pembrey y la atención que éste le dispensa son motivo suficiente para alegrar al señor Carruthers durante el resto del día.



Esta hipotética historia habría sucedido en la década de 1870.

Imaginemos ahora, en otro ejercicio imaginativo, que el señor Carruthers viaja ciento y pico años al futuro. Llega de repente a nuestra época y se encuentra con un mundo muy diferente. Si el señor Carruthers quisiera ir al banco para comprobar el estado de sus acciones, se encontraría con que el señor Pembrey, lógicamente, ya no está. Ni él ni ninguno de los antiguos empleados. Es más, ni siquiera el banco es el mismo, puesto que ahora pertenece al Lloyds Banking Group. En fin, el señor Carruthers intenta hablar con el actual director, pero no lo consigue. Los trabajadores, que tan solo muestran hacia él una forzada cortesía, le dan vueltas y más vueltas hasta que consigue hablar con el director de esa oficina (sí, ahora hay muchas más, por lo visto ese banco está ahora en todos los lugares del mundo). El director, que ya no se hace llamar señor sino que se presenta simplemente como Jonathan, muestra una impaciente educación con el señor Carruthers. Le explica que sus aciones ya no pueden consultarse en el banco, y rápidamente lo envía a la bolsa. En la bolsa ya nada es lo que era. Hay gente en camisa, sudorosa, vociferante, nerviosa. El señor Carruthers  no se entera de nada entre tanto grito y pantalla luminosa. Nadie le conoce, nadie quiere conocerle. Alguien le dice que tiene que consultar sus acciones en internet. ¿Qué infiernos es eso? ¿Teclear ante una pantalla? Aturdido y confundido, se pregunta qué demonios ha sido de aquella manera de trabajar que él había conocido, esa amabilidad, esa atención al cliente. ¡Demonios, antes podías ir a tu banco sin tener que conformarte con una sucursal y hablar en persona con el señor director! Desesperanzado, el señor Carruthers llega a una conclusión: su empresa, el banco, ha traicionado a todos sus clientes con sus cambios.

Antes de que empecéis a preguntaros a qué coño viene esta historia, dejadme continuar un par de minutos más.

El señor Carruthers ha vivido ciento y pico años de evolución humana en un chasquido de dedos. Lógicamente, se encuentra perdido, confuso. Todo aquello a lo que estaba acostumbrado ha desaparecido y ha sido reemplazado por el siglo XXI. Por fortuna, a los humanos no suele ocurrirnos eso. Los viajes repentinos en el tiempo son lo bastante raros como para que la mayoría de nosotros no los experimentemos nunca. De modo que vemos la vida pasar lentamente, vemos los cambios afectar poco a poco a aquello que conocemos, y vemos como nuestras costumbres de antaño van cambiando paulatinamente. Sí, a veces nos paramos a analizar cómo eran las cosas antes y nos sorprende lo mucho que han ambiado. En el siglo XXI los cambios son mucho más rápidos que en 1870, y no es necesario esperar cien años para ver como las cosas cambian radicalmente.

¿Veis ahora dónde quiero llegar? A los aficionados de GW que llevamos unos cuantos años metidos en el mundillo. Hemos visto como GW ha evolucionado desde un garaje hasta una multinacional. Hemos vivido su introducción en España. Ahora mismo GW cotiza en bolsa y tienen inversores y accionistas ante los que debe responder, igualq ue cualquier empresa que esté, por ejemplo, en nuestro IBEX 35. Es ingenuo pensar que Marisa, la modista de la esquina, nos va a atender igual que una tienda de Zara. Es absurdo pensar que una empresa multinacional, bursátil, con divisiones como Forge World o Black Library, va a darnos la misma atención que cuando era casi una PYME. Es igualmente imposible que una empresa llegue a expandirse hasta donde lo ha hecho GW con juegos complejos y minoritarios; deben simplificar, adaptarse al mayor número de clientes, tomar como objetivo a los más jóvenes. No es necesario hablar de traiciones, de falta de respeto, de desprecio al cliente, ya que, de hecho, muchas decisiones de GW tienen el objetivo opuesto: seducir a nuevos compradores y hacer clientes nuevos.

El fan de 30 y pico años se siente un tanto desplazado. Es normal. La empresa ha cambiado y nosotros mismos también. No tenemos ya 14 años, cuando todo parecía flipante, asombroso, sorprendente. GW es una empresa con el mismo fin que todas: ganar dinero y expandirse, y simplemente no hubiera podido hacerlo si hubiera mantenido la misma política que echamos de menos, la de los años 80-90.

Espero críticas.

viernes, 18 de mayo de 2012

Proyecto Nurgle: hacer generadores dorsales para los Marines de Plaga (II)

Continuamos trabajando en los generadores dorsales que estamos fabricando para unos hipotéticos Marines de Plaga. Podéis consultar los pasos que hemos dado hasta ahora en la primera parte de esta entrada, aquí.

Volvemos a la carga con la masilla. Lo que vamos a intentar es "fundir" los tubos laterales con el cuerpo principal del generador, esculpiendo con masilla la típica textura orgánica o fungoide propia de estos marines llenos de podredumbre. Primero colocamos un trozo de masilla verde sobre la zona:


Vamos enrollándola sobre el tubo, dándole la forma (más o menos) que va a tener luego:


Con un dedo humedecido o con nuestra herramienta preferida, alisamos la masilla sobre el tubo para que no haya transición brusca entre ambas piezas. Debe parecer que la masilla y el tubo son una misma pieza. Alisar masilla es relativamente fácil con las yemas de los dedos, y no debemos preocuparnos si el acabado no es perfecto porque, al fin y al cabo, son marines de plaga. Fijaos como la pieza va adquiriendo forma cónica, con la parte más gruesa pegada al generador:


Detalles. Yo he usado de nuevo una aguja de calceta gruesa (del nº1, por si eso os dice algo) para hacer unas formas bastas. Es importante mover la herramienta hacia el generador, para no estropear el acabado liso que hemos conseguido anteriormente:


Ahora es cuando vamos a acabar de integrar o fusionar la masilla con el generador. Con una aguja de calceta más pequeña haremos surcos más pequeños siguiendo los que hemos hecho anteriormente:


Hacemos la misma operación en el otro tubo. Con cuidadín, que la masilla no se ha secado todavía y no queremos dejar nuestros dedazos marcados:




Como último paso, añadí un trocito de masilla justo donde antes estaba la calavera para que no se viese tan soso. Con las agujas hice pequeños agujeritos imitando una especie de hongo:


Y esto es todo. La última foto no es precisamente una maravilla técnica, pero una vez que esté seca la pieza puedo poner alguna mejor.

Así es como podemos conseguir generadores caóticos para los marines de Nurgle, gastando muy poco y sin que sea necesaria demasiada habilidad. ¿Un consejo? ¡Experimentad! No tengáis miedo a hacer cosas nuevas y a experimentar con diferentes herramientas. No hay mejor maestra que la experiencia. 

jueves, 17 de mayo de 2012

Proyecto Nurgle: hacer generadores dorsales para los Marines de Plaga

Los visitantes habituales de En Tierra de Nadie sabrán que soy muy aficionado a convertir cosas sin valor o muy baratas en miniaturas usables en mis ejércitos. Hoy traigo un pequeño tutorial para convertir los generadores dorsales de los marines leales y usarlos en Marines de Plaga. He intentado usar materiales que todos podemos tener por casa (exceptuando la masilla verde). Lo que vamos a hacer es algo así:


Vamos a utilizar los marines más básicos que hay, los de la matriz "promocional" que regala GW en eventos y demás. Son estos:


Los materiales que usaremos: una llama (en mi caso, una vela), bastoncillos de los oídos, un taladro o Dremel:


Al tajo. Empezamos cortando las salidas o aliviaderos del generador:


Con esto obtenemos una superficie más o menos lisa a cada lado del generador; tampoco hay que esforzarse mucho, porque esa zona irá tapada:


Cogemos el Dremel y hacemos un agujero en el lugar donde estaban ambas salidas. Podemos hacerlo con un taladro manual, pero con un Dremel la cosa es infinitamente más rápida. Si no disponéis de un Dremel, podéis haceros con uno por 40 o 50 € en alguna tienda de bricolaje. No es necesario que sea de marca Dremel, lógicamente. Yo uso uno de marca Skil, y funciona igual de bien. Es un aparato al que le sacaréis muchísima utilidad.

Para hacer estos agujeros relativamente grandes yo uso una cabeza tipo fresa, aunque una broca grandecita sirve igual de bien. Fijaos cómo, debido a la velocidad de rotación de la cabeza, la fricción hace que el plástico se funda, y pasa esto:


No pasa nada. Con el cúter iremos retirando estos restos de plástico fundido cuando sea necesario, y listo. Obtendremos dos agujeros laterales, de donde saldrán los nuevos aliviaderos o tubos de escape que construiremos:


A otra cosa. Cogemos los bastoncillos y los cortamos en dos o tres trozos. Los extremos, que no nos sirven para nada, los tiramos:


Comprobamos que encajen en los agujeros. Seguramente tendrán cierta holgura y bailarán un poco en el agujero: no importa.


Ahora llega una parte más divertida. Tenemos unos tubitos perfectamente rectos que no pegan nada con el aspecto que debería tener un Marine de Plaga, así que vamos a arreglar eso usando calor. Esto lleva haciéndose en el mundillo del modelismo desde hace décadas. Lo que haremos será acercar los trocitos de bastoncillo a una llama para que se deformen. Yo uso una vela, que es mucho más práctica que tener que encender una y otra vez un mechero.

Basta con acercar el plástico a la vela, colocándolo unos centímetros por encima de la llama. El secreto está en usar el calor, y no la llama, para deformar el plástico. Si acercamos la pieza demasiado seguramente comenzará a arder y nos hará descubrir el maravilloso olor de los derivados del petróleo quemados... Os recomiendo experimentar hasta que os salga bien.

Ah, otra cosa: no hagáis como yo y uséis vuestros dedos desnudos. En la foto se ven mis heroicos dedos justo antes de sufrir una quemadura. Usad unas pinzas o algo alargado para sujetar la pieza, seréis más felices:


Resultado:


Hice varias de estas "trompetillas" para poder usar las que más me gustasen:


Podemos ir probando cuál de las piezas queda mejor, y podemos hacer muchas si nos da la gana. Los bastoncillos, al menos, son baratos.  

¡Y ahora llega lo más divertido, pelearse con la masilla! Esto que hice a continuación es totalmente opcional, así que si queréis podéis avanzar un poco y pasar de ello. Lo que quería hacer era tapar los agujeritos de l a parte superior del generador y dejar esa zona lisa, como los viejos generadores que venían en las miniaturas de marines de plaga de plástico (algo así). Primero, un grumo de masilla que cubra la zona:


Alisamos la masilla con los propios dedos humedecidos:


Con un cúter o cuchilla cortamos el sobrante de los laterales y lo alisamos:


Lo mismo por el otro lado:


Ídem por la parte trasera. ¡Ojo!, aunque parece que esculpo con una precisión robótica, no os engañéis: me he limitado a seguir la forma de la pieza al recortar la masilla. Es realmente fácil y queda así:


Un corte en la parte inferior...


... y retiramos el sobrante:


Hecho:


Como la pieza queda un poco sosa tan lisa, decidí hacerle algún desperfecto. He comprobado que si haces pequeñas depresiones en la masilla con una herramienra redondeada, una vez pintadas quedan muy bien en marines de plaga. Así pues, cogí dos agujas de hacer ganchillo:


Y simplemente apreté con suavidad para hacer varios agujeritos poco profundos de diferente tamaño. Una vez pintados, parecerán abollones o que la armadura está carcomida. ¡Humedeced siempre las herramientas al trabajar con masilla verde!


Bien, aquí está el progreso hasta ahora. Mientras esperamos que seque la masilla, dejamos la pieza y nos dedicamos a otras cosas. Una vez seca, yo pegué los tubos de escape y los dejé secar también antes de seguir (daos cuenta de que eliminé la calavera, que quedaba muy cutre; lo hice con un cúter y algo de cuidado):


La segunda parte del tutorial podéis consultarla aquí.
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